Nuestro principal aliado y nuestro principal enemigo: el idioma, la L2.
Era nuestro enemigo cuando nos daba miedo intentarlo porque algo nos decía que nuestro nivel no era el suficiente, que no seríamos capaces de memorizar en inglés/francés, ni de pronunciar perfectamente.
Y ahora se ha convertido en nuestro aliado, porque ese miedo es el que hace que nuestra especialidad no se sature, que no haya diez mil personas aspirando a las plazas y que podamos, realmente, tener opciones. Gracias (o por culpa de) al miedo que frena a la gente a subirse a nuestro barco.
No es lo más importante
Indudablemente es importante el dominio de la lengua. Si eres, por ejemplo, nativo, tendrás “un puntito” que nadie podrá igualarte en pronunciación. Pero he aquí algunas razones por la cual creemos que no es lo más importante:
1. El tribunal
Lo más probable es que el tribunal que te escucha tenga menos nivel de idioma que tú y, si bien sabrán identificar perfectamente la excelencia fonética de un nativo, sabrán pasar o no advertirán algunos errores que podamos cometer los demás.
2. El rebaño
Si tienes nivelazo sobresaldrás y…enhorabuena!! Pero si tienes “simplemente” un buen nivel, estarás como los demás, en igualdad de condiciones. Es el nivel de la mayoría
3. No soy traductor
Estamos trabajando para ser maestros, por encima de la especialidad y de la lengua. El tribunal valorará, también, muchísimos factores aparte del idioma.
4. No es para tanto
Se trata de un contexto educativo, donde verbos, referencias, citas y vocabulario se repiten continuamente, y gran parte de la exposición oral será trabajada y memorizada con antelación, por lo que hay poco idioma improvisado.
5. Imposible
Si te lo estás planteando y dudas es por que seguramente tengas el nivel adecuado y, una vez más, tú eres tu principal obstáculo. Convéncete a ti mismo de que sí eres capaz, lánzate, arriésgate y trabaja duro. Nadie dice que será fácil, pero sabes que merecerá la pena, porque por eso estás dónde estás.
“Muchos de mis alumnos/as con mejor nivel de inglés no han sacado su plaza,
y sí los que han trabajado inteligentemente para conseguirla”
Pablo García
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