Imagina poder ver el futuro. Seguro que todo tu presente se volvería mucho más liviano. Seguro que cada acción en tu presente tendría un motivo justificado. Te enamorarías sin miedo del que sabes ya que será tu pareja, invertirías sin dudar en esa empresa emergente, estudiarías una carrera que sabes que te dará mucho dinero y evitarías elecciones que no te trajeron nada positivo gracias a esa ventana al futuro por la que pudiste otear tu devenir.
¿Cuántos de vosotros/as ha dicho esta frase cuándo terminaron sus primeras oposiciones?: “Si yo hubiera sabido esto antes…”. La ventana al futuro está en “saber” eso ya, y tomar elecciones acertadas desde el primer momento.
En esta pequeña entrada al blog y sobre todo en el próximo webinar “Empiezo desde cero, ¿qué hago?”, intentaremos abrir esa ventana.
Algunas consideraciones
No es para tanto
La complejidad de este proceso está en la competitividad, no en los contenidos. Contra la competitividad poco puedes hacer más que ser el mejor. Es difícil ser el mejor, pero es fácil aprobar. El miedo escénico y a lo desconocido serán nuestros principales enemigos. Pero cuánto más domines los contenidos y la exposición, más se reducirá esa incertidumbre y más crecerá tu autoestima.
Desmitifica las leyes
Hay decenas de documentos legislativo relacionados con la enseñanza, pero a la hora de la verdad sólo unos pocos serán necesarios, y de ellos, sólo algunas referencias sobre ellos. Hazte tablas con los principales artículos de cada documento, y reutilízalos. Será más que suficiente.
La importancia de la imagen
Lo es todo. El tribunal sabrá de ti lo que seas capaz de demostrarle. Entrena tu puesta en escena tanto teórica cómo práctica. Exposición, pizarra, letra, estructura del supuesto práctico, imágenes y maquetado de la programación, la ropa que llevarás, …
“El campo está mojado”
Cuando el campo está mojado, lo está para todos/as. Tus dificultades y tus miedos son los mismos para todos y para todas, sea cual sea la experiencia previa.
La ventaja de ser novato
Opositar desgasta, y mucho. Es un proceso largo, tenso y a veces muy injusto que hace que los maestros/as que hayan afrontado este proceso varias veces lo encaren con hastío y desgana. Aprovecha tu frescura, tu energía y tus ganas para estudiar más, investigar y brillar por encima de los demás.
Economiza tus esfuerzos
Por hacer un símil deportivo: cuesta a veces más corregir un gesto deportivo mal ejecutado a un atleta experimentado que enseñarlo por primera vez a alguien novel. Piensa en tocar la teclas necesarias, en aplicar desde ya los esfuerzos donde verdaderamente merezca la pena. ¿Para qué estudiar 25 páginas de cada tema si sólo eres capaz de escribir 15 en noventa minutos?
Ponte a prueba
No hay nada como la competición. Desde que empieces a dominar algunos temas y elaboración de supuestos prácticos, hazte o que te hagan simulacros donde en fondo y forma puedas ponerte a prueba y analizar objetivamente en qué debes mejorar.
Asesórate bien
Busca un buen preparador o academia que de verdad te dé lo que necesitas: la motivación, los recursos y el feedback necesario en cada momento. Si lees esto, no vas mal encaminado.
Todo el mundo, sin excepción, ha sido nuevo alguna vez, pero no todos han tenido la capacidad y el acierto de sacar provecho de sus circunstancias.
Pablo García
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