Me gusta levantarme para ir a enseñar. No me gusta levantarme para ir a trabajar.
Me gusta la mirada de una niña aprendiendo. No me gustan otras miradas.
Me gustan sus abrazos, sus risas. No gustan sus gritos ni empujones.
Me gusta aprender para enseñar. No me gusta enseñar lo que mal aprendí.
Me gusta discutir, rebatir, protestar. No me gusta el rencor.
Me gusta perder clases haciendo otras cosas. No me gusta dar clases haciendo lo mismo.
Me gustan las puertas abiertas. No me gustan las ventanas de las clases tapadas.
Me gusta la diversidad. No me gusta el todo vale.
Me gustan los límites, las normas. No me gusta la anarquía.
Me gustan casi todas las familias. No me gustan algunas.
Me gusta evaluar los aprendizajes de mis alumnos/as. No me gusta calificarlos.
Me gusta acertar. No me gusta equivocarme.
Me gusta sonreír y llorar. No me gusta aguantarme nada
Me gusta compartir. No me gusta competir.
Me gusta reunirme. No me gusta perder el tiempo.
Me gusta la música en las clases. No me gusta molestar
Me gusta moverme, correr, saltar. También dormir. No me gusta estar cansado.
Me gusta sentirme joven. No me gustan los jóvenes viejos.
Me gusta saber cosas. No me gusta creer que sé mucho o más.
Me gusta la humildad, y la seguridad y la energía. No me gusta la inferioridad.
Me gusta el talento. Más me gusta el trabajo. No me gustan las excusas
Me gusta la alegría. Me gusta la tristeza. No me gusta el odio ni la estupidez
Me gusta cumplir años. No me gusta perder años
Me gustan los amigos. No me gustan los enemigos
Me gusta divertirme. No me gusta aburrirme.
Me gusta mi hijo, mi mujer, mi familia y mis amigos. No me gustan quienes le hacen daño
Y me gustabas tú, Marga, toda tú. No me gusta pensar que ya no estás.
No somos tan diferentes. A todos nos gustan cosas parecidas y nos disgustan las mismas. Trabaja en tu cole y en tu vida para que tus alumnos y tú podáis pasar el tiempo haciendo y recordando lo que nos gusta. Algún día nos iremos del cole y de la vida y sólo querrás acordarte de cuantos “me gusta” había en tu camino.
“En recuerdo de mi compañera y amiga Margarita Moreno. Por su inspiradora anarquía y por el impagable cariño que me dio los cuatro maravillosos años que pasamos juntos. Sigue riéndote conmigo desde el cielo, vieja, o desde donde estés”.
Pablo García
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