El miedo está. Siempre ha estado y siempre estará. Es el mecanismo que tiene nuestro organismo para alertarnos y alejarnos de los peligros. Es natural sentir miedo. Tu hijo, las alturas, algún animal, las armas, una oposición… Ese miedo, además, suele ser proporcional a lo que te juegas, y quien invierte mucho amor, o mucho tiempo, o mucho esfuerzo, o mucho dinero pues tendrá probablemente más miedo que quien no.
Sin embargo, trabajar en no sentir miedo va contra tu propia naturaleza. Aceptarlo y convivir con él puede ayudarte.
El veintipico de junio llegará, lo sabes. El reloj no parará, lo sabes. Sabes cómo será el examen, dónde y cuándo, y aún así sientes miedo a la oposición. Cómo no sentirlo, te juegas un poco tu futuro profesional en apenas unas horas, y quizá no de la manera más justa. Pero como dice una amigo mío: “el campo está mojado para todos”. Todos los que te rodean están en una situación interna y externa similar a la tuya. Aunque te adelanto que para cada uno “su situación es la peor”. Siempre con el positivismo por bandera.
¿No siente miedo un piloto? ¿un luchador? ¿un cirujano? ¿un minero? ¿un policía? Claro que lo sienten, pero lo naturalizan, aprenden a convivir con él; desarrollan resiliencia, afrontan la adversidad, aguantan y se adaptan a lo que hay.
¿Cómo afrontar el miedo a la oposición?
Como preparador siento muchísima empatía por todos esos alumnos/as que lo pasan realmente mal con la llegada del día “D”. Pero los miedos se afrontan desde dentro, desde el trabajo, el amor propio. También con algunos consejos que pueden hacer que ese miedo se vuelva más liviano:
- Prepárate. Cuanto mejor preparado estés, mejor preparado te sentirás y más seguro de ti mismo/a. Estudia, esfuérzate.
- Elimina incertidumbre. En deporte eliminar incertidumbre es reproducir en el entrenamiento todo lo posible la situación de competición (lo que es imposible al 100%). Exponle a gente que no conozcas, haz simulacros de examen, controla el tiempo, desayuna siempre lo mismo, ve al lugar de examen antes, haz práctica imaginada …
- Piensa en positivo. Atrae a ti lo bueno. Pensar en negativo, quejarse y protestar no te servirá de nada. De nada.
- Relativiza el proceso. No acaba el mundo. Es una prueba más de tu vida que te hará avanzar y aprender en el plano personal y profesional. Si eres “novato/a” nunca lo pasarás tan mal como en la primera oposición. La experiencia es un grado. Y si ya eres interino/a, te quedarás como estás que tampoco está tan mal.
- Proporciona tus expectativas. Es muy injusto para tu salud mental decir “¡una plaza es para mí!” cuando te sabes 10 temas y has hecho dos supuestos y ninguna exposición en todo el curso. Ten expectativas acorde a tu esfuerzo y tus talentos.
- Rodéate de los tuyos. Tener cerca gente que te apoya, comprende y también que está en el mismo “fregao” que tú, ayuda. No olvides que compartir siempre es mejor que competir.
A veces hay que apretar lo dientes y tirar para delante. Al final casi todos asimiláis bien la presión y el miedo y hacéis un trabajo a la altura de lo que merecéis. Pero, ¿cuánto mereces tú? ¡Demuéstratelo!
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