Cómo organizarte para opositar si trabajas o tienes hijos

opositar trabajando o con hijos

Si estás preparando oposiciones docentes y, además, trabajas o tienes hijos, ya sabrás que el tiempo se convierte en un recurso escaso. Esta entrada te ayudará a entender la importancia de una buena organización para que puedas avanzar con seguridad a pesar de las dificultades.

Organización en el estudio y toma de decisiones

La organización es uno de los pilares fundamentales en el proceso de oposiciones. Junto a ella, las decisiones que tomes influirán de forma directa sobre tu rendimiento. Por eso, te proponemos un ejercicio de reflexión y análisis que te ayudará a entender mejor qué puedes encontrarte durante este proceso y cómo prepararte para afrontarlo.

A continuación, analizamos algunos aspectos clave que afectarán a tus decisiones como opositor u opositora. Y lo haremos, cómo no… de forma didáctica. ¡Para algo somos docentes!

Elegir entre tus obligaciones y tu objetivo: el primer gran reto

Tienes varios amigos que te proponen planes para esta semana. Uno quiere ir de fiesta, otro propone un viaje, otro jugar un partido y otra persona simplemente salir a caminar por la naturaleza.

Tú, sin embargo, estás preparando una carrera deportiva muy importante. ¿Qué harías? Probablemente escogerías la opción que menos afecte a tu preparación, aunque implique renunciar a lo más divertido.

Lo mismo ocurre cuando opositas. Habrá momentos donde tendrás que elegir entre una actividad placentera y otra alineada con tu objetivo. Ser consciente de esto te permitirá avanzar sin culpa ni dudas. Asumir que este proceso requiere sacrificio y esfuerzo es clave, incluso si eso significa invertir parte de tu (poco) tiempo libre en preparar tu oposición.

Tus compañeros de oposición

Tu camino en la oposición contará con la presencia de una serie de compañeros que debes conocer desde el primer momento. Algunos serán más duros y otros más reconfortantes, pero aprender a reconocerlos y gestionarlos será clave.

Compañeros tóxicos (habituales y normales)

  • Frustración: Surge al no ver resultados o sentir que no avanzas.
    • Recuerda que el esfuerzo no siempre tiene recompensa inmediata.
  • Rabia: Aparece cuando se cometen errores o se hacen comparaciones con los demás.
    • Úsala para seguir creciendo y mejorando día a día.
  • Impotencia: Cuando factores externos (como el número de plazas) escapan a tu control.
    • Concéntrate en lo que sí depende de ti.
  • Desbordamiento: Cuando se acumulan tareas o se acerca una fecha clave.
    • Una buena organización evitará llegar al límite.
  • Inseguridad: Habitual antes del examen o en momentos de duda.
    • No te compares. Confía en tu proceso.
  • Miedo: Al fracaso o a tener que repetir el proceso.
    • Es natural, pero disminuye cuando sabes que diste todo lo que pudiste.
  • Distracciones: Como el móvil, las redes sociales o pensamientos intrusivos.
    • Establece rutinas y metas claras para mantener el foco.
  • Problemas externos: Laborales, familiares o domésticos.
    • Acepta tu realidad, organízate de forma asumible y no te exijas más allá de tus posibilidades.

Compañeros vitamina (valiosos y reales)

  • Motivación: Al visualizar tu objetivo, al comprobar tus avances, al notar tu crecimiento como opositor…
    • La motivación es la gasolina de nuestro cuerpo y nuestra mente. A veces se queda en reserva, pero siempre quedará un poquito para continuar la marcha. ¡Recuerda por qué empezaste!
  • Ánimo: Tras una buena jornada de estudio, un buen simulacro o un repaso efectivo.
    • Apóyate en tu entorno. Hazles partícipes. Compártelo. Déjate acompañar por tus seres queridos.
  • Fuerza: Cuando superas una situación complicada, cuando te mantienes constante frente a las adversidades o cuando recibes apoyo de alguien importante para ti.
    • Eres más fuerte de lo que piensas. Para conocer tus límites, primero debes llegar a ellos.
  • Ilusión: Al imaginar tu vida con tu sueño cumplido, al verte como docente o al pensar en tu futuro alumnado.
    • Llegará. Con esfuerzo, oportunidad y constancia, llegará.

Herramientas para convivir con ellos y tomar mejores decisiones

Ahora que ya conoces a algunos de tus compañeros de oposición, te ofrecemos algunas herramientas para saber convivir con ellos y afrontarlos de forma eficiente:   

  • Aceptar de que todo no saldrá perfecto: Entender que el proceso no es lineal, existirán días buenos y días malos, olvidarás temas y cometerás errores. El objetivo no es ser perfectos, es avanzar, adaptarse y resistir.
  • Eliminar la culpa: Soltar el sentimiento de culpa por descansar, no ser productivo o no cumplir el plan de estudio.
    • Esto no significa despreocuparme y desentenderme de mi plan de estudio. Estás opositando, no lo olvides. Es un proceso arduo, duro y exigente. Eliminar la culpa no es dejar de ser exigente contigo, es reducir tu carga mental para, en la siguiente sesión de estudio, estar al 200%.
  • Crear un espacio de seguridad: Encontrar tu momento, lugar o entorno donde tu cabeza sabe que puede estudiar sin juicios ni pretensiones. No solo en el sentido físico, también en el emocional.
  • No castigarse por parar a descansar: Recargar energía no es lo mismo que rendirse.
  • Reconocer avances, por pequeños que sean: No necesitas grandes avances para sentir el progreso, cada hora productiva, tema repasado o supuesto práctico terminado es un avance que te acerca más aún a tu objetivo. ¡Aprende a valorarlos!
  • Evitar compararte: Tu proceso es único. Evita a personas tóxicas que te creen malestar. Aprender a aislarte de sentimientos negativos por este hecho es fundamental para tu equilibrio mental.
  • Hazlo con música: En muchas ocasiones, esa canción especial, ese sonido ambiente o esa letra que tanto te ha ayudado en otros momentos de tu vida, pueden ser grandes aliados en esta nueva batalla emocional.
  • Apoyo emocional: No tienes que cargar solo/a con todo. Poder hablar, compartir tus sentimientos o contar con alguna persona que te escuche puede ser tu salvavidas.
  • Visualización futura: Visualiza con CHATGPT. Conecta con tu “para qué”. Imagina tu vida después de aprobar. Visualízate en el cole de tus sueños, tu rutina soñada, tu objetivo en la vida. Hazlo cada vez que sientas desmotivación. Esto te ayudará a recordar el sentido de esta batalla.

Para terminar…

Opositar trabajando, con hijos o con poco tiempo es un reto difícil, pero no imposible. La clave está en la organización, la toma de decisiones con sentido y la gestión tus emociones con madurez. Este proceso te exigirá mucho, pero también te transformará

Planifica, confía, resiste. Hasta que tu sueño se haga realidad.

    Deja una respuesta