¿TRABAJO LO QUE EVALÚO, O EVALÚO LO QUE TRABAJO?

La burocracia es un rollo; renovar el dni, hacer la declaración de hacienda, ir al registro, .. (el lector asiente con la cabeza). La burocracia educativa es un rollazo; actas, notas, reuniones, informes, inspector (el lector-maestro/a asiente con la cabeza y resopla un poquito). 

Cuando este papeleo es prescriptivo, obligatorio, no nos queda más que encender nuestro botón de la responsabilidad y ejercerla lo mejor que podamos. Pero cuando trabajamos de más y nos tiramos piedras sobre nuestro propio tejado para quejarnos, es para hacérnoslo mirar. 

¿A qué me refiero?

Simpliquemos la evaluación (tan compleja) al concepto “cuanto”. ¿cuánto evaluamos en cada UD? ¿ Trabajas todo lo que evalúas? ¿Evalúas todo lo que trabajas? ¿Es necesario evaluar tanto? ¿evalúas lo mismo varias veces? ¿Evaluar merma tu proceso de enseñanza?

Desde la entrada de la LOMCE, los criterios (o indicadores, porque en lengua extranjera es lo mismo prácticamente) marcan si los alumnos alcanzan o no el mínimo para poder promocionar. En Andalucía mantenemos los ciclos, y hay unos 16 criterios por cada ciclo. ¡Por cada ciclo! Es decir, tienes dos cursos escolares para que los alumnos superen dichos indicadores y, sin embargo (el lector-maestro y sobre todo opositor va a asentir) trabajas (perdón, evalúas) cuatros indicadores en cada unidad didáctica. Si un curso tiene, como hago yo en mi centro educativo, nueve unidades didácticas, podrías evaluar si quisieras una por cada UDI, aún así te sobraría. 

“Trabajas” cuatro veces más de lo que podrías. El problema no es que evalúes mucho, es que lo hacemos a prisa, a desgana, corriendo y muchas veces, mal. 

Quizá estés pensando “pero yo es que trabajo en el aula las cuatro destrezas”. Ya, ¿y qué?. El maestro de Educación Física también trabaja diariamente (porque está implícito en el movimiento) la velocidad, la agilidad, coordinación, fuerza, tiro, técnica, reglas de juego, … y sin embargo en esta unidad evaluará lanzamientos y recepciones, y aunque Luca o Alba lancen mal a puerta los evaluará por como lancen y recepcionen la pelota. 

Sé que trabajamos diariamente las cuatro destrezas, multitud de competencias, contenidos y valores, pero una cosa es lo que trabajemos (parafraseo la ley cuando escribo las cuatro destrezas de manera integrada) y otra cosa es qué evaluemos.

Evaluar menos te permitirá evaluar mejor, tener más información del indicador o destreza calificado, y poder dedicar menos tiempo a esa burocracia que hace que asientes y asientes por evaluar lo que el alumno  no necesita, y sí saber realmente a qué corresponde ese siete, cinco, cuatro o diez. 

A veces menos es más.

Pablo García

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